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A propósito de EDUTEC 2010

 

A veces, cuando llega el anuncio de un Congreso me paro a pensar por qué se ha perdido la costumbre de identificarlos por el ordinal. Luego caigo en la cuenta de que, no se si se habrán fijado, proliferan  congresos y todo tipo de eventos sobre TIC  y aspectos concretos  relacionados directa o indirectamente con la  educación... Y se si fijan un poco más, casi todos  son I Congreso, I simposio, I Jornadas.... o simplemente  no se coloca el ordinal.  

Esta moda de identificar los congresos por el año a veces  -no siempre-  huele a oportunismo... y en ocasiones uno siente  un poco de sonrojo de que lo identifiquen con  este ámbito de las TIC  (los "cacharreros" de  los años 80 como denomina mi amigo Paco Martínez). 

 Esta reflexión viene a propósito de EDUTEC 2010 que a mi me hubiera gustado más que se hubiera denominado XIII Congreso Internacional de Tecnología  Educativa y Nuevas Tecnologías en la Educación que era su denominación original.

Esto lo convierte en uno de los congresos del ámbito de las TIC y educación más consolidados. Desde aquel oportuno congreso de diciembre de 1993 en  Badajoz los participantes en  cada uno de los 12 congresos celebrados  han hecho  muchas y algunas muy  valiosas aportaciones a este campo. Algunas -con
la perspectiva temporal que el caso requiere- son  de antología (de la Tecnología educativa en  España los primeros  y en el ámbito iberoamericano los demás).
 

Por si quieren molestarse en consultarlo... todas  las ponencias y comunicaciones de todos los  congresos -excepto el de 93 que lo estará en  breve- pueden encontrarlas en http://www.edutec.es/

De los 12  yo solamente he faltado –parcialmente- a uno.  Encuentro en todos ellos un poso que va formando a mi modo de ver cierta tradición. Me gustaría reivindicar este calificativo para los congresos de EDUTEC  y lo que representan, aun a sabiendas de que en los tiempos de novedades, espejismos y gente huyendo desesperadamente hacia delante suena como a antigualla.

Y quiero dejarles algunas reflexiones acerca del recorrido:

a) El itinerario (o la tradición).

La primera es que pocas veces el congreso ha considerado las tecnologías, los avances tecnológicos, tan de moda, como tema de reflexión, sino que las reflexiones y aportaciones han sido siempre desde las implicaciones educativas, desde las aportaciones a los procesos de enseñanza-aprendizaje, desde la experiencia práctica en los mismos, aspectos mucho menos vistosos.

Este quizá sea un peligro para este congreso ya que como Vds pueden leer –y ver- en muchos de los congresos y foros de reflexión sobre el binomio TIC  y educación, los procesos de enseñanza-aprendizaje tal como los entendemos tienen sus días contados. Sobre todo la primera parte del binomio: la enseñanza.

 b) El equilibro tradición -cambio

Siempre es crítico el equilibrio entre el mantenimiento de la tradición y la flexibilidad para adaptarse a las situaciones cambiantes. En este caso la tradición, el mantenimiento de un congreso a lo largo de 17 años, parece que ha ido adaptándose a los nuevos requerimientos, supongo que no todo lo que algunos de los colegas hubieran deseado. En la temática, y en el cumplimiento de algunas de las funciones que un congreso de estas características tiene, a mi entender, sí que se ha producido una gran evolución: contribución a la definición de las líneas y campos de la disciplina; identificación y definición de una comunidad de  investigadores y docentes involucrados entre los que se reflexiona y se elabora propuestas; y  contribución al archivo documental de la especialidad.

c) El compromiso

Esta reflexión tiene que ver con los participantes.

Para mi, gran parte del colectivo  de participantes  que acuden a este congreso pueden considerarse integrantes de una comunidad dedicada al debate académico en el ámbito iberoamericano respecto a las tecnologías de la comunicación aplicadas a la educación, y al intercambio de experiencias referidas al diseño, producción, uso y evaluación de nuevos medios didácticos.  Y esto ha ido sucediendo a lo largo de los 12 congresos. Y a esto podemos denominarlo compromiso. Quiero decir, que una proporción importante de los asistentes se consideran miembros de esa comunidad  que puede identificarse como una comunidad abierta   a nuevas incorporaciones que son vistas con ilusión. Y aquí viene otra vez el equilibrio: el que hay entre el mantenimiento del nivel científico del congreso y la inclusión de experiencias a veces imperfectas aportadas por personas noveles (el amigo Julio Cabero tiene una acertada frase para ello).

Para mi que se trata del equilibrio entre formar comunidad y organizar eventos de gran impacto.

Y yo me quedo con el poso, con el impacto lento y constante que ejerce esta comunidad frente a impactos vistosos y grandilocuentes cuyos efectos se olvidan con la misma facilidad con la que se organizaron. Algo así como cuando definimos innovación educativa.

 d) La coherencia

Quiero terminar  estas reflexiones con otro aspecto clave en este terreno que hace referencia a la coherencia temática de cada uno de los congresos. Leídos los lemas de todos ellos consecutivamente, se puede  lograr una especie de scanner de las problemáticas que en el binomio educación – TIC  han ido surgiendo a lo largo de estos años. 

Esperemos que EDUTEC 2010  o el XIII Congreso Internacional de Tecnología  Educativa y Nuevas Tecnologías en la Educación contribuya  en cada uno de estos aspectos.

Un cordial saludo

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